miércoles, 7 de octubre de 2015

Gimnasio abierto 24 horas

Ser padre es agotador, pero es que ser padre de más de uno a la vez es como tener un gimnasio abierto las 24 horas. Además tengo la suerte, o la desgracia, según se mire, de ser autónomo que trabaja desde casa, y eso se nota y lo notan, que no son tontos. Para terminar de rematar, unas cuantas noches a la semana mi señora curra de noches, con lo que esto podría ser el acabose. Menos mal que hemos tenido suerte y los peques duermen casi del tirón. De hecho uno de ellos sí que duerme toda la noche, y el otro se puede despertar nada más que una vez, así que bien. 

Pero el resto del día es muy diferente. Sí, afortunadamente tenemos ayuda, a los niños, y a nosotros, claro, nos ha tocado la lotería con los abuelitos, pero una cosa es una ayuda puntual y otra tenerlos contratados todo el día, que va a ser que no. ¿Los niños de quién son? Míos, pues yo me apaño. ¿Que de vez en cuando viene bien que nos echen una mano? Por supuesto, pero una cosa que dije antes de ser padre es que no iba a tener a los futuros abuelos como si fuesen los canguros oficiales. Encima estando en casa tanto como estamos, pues hombre, te intentas organizar mejor y listo. Otra cosa muy distinta sería que trabajásemos los dos fuera, aunque para eso están también las guarderías, pero eso es algo de lo que hablaré otro día, que me tocará vivirlo en breve.

Así que en esas andamos, compaginando el trabajar, el cocinar (esto mayormente mi mujer, no por tema de machismo, faltaría más, sino porque también he tenido mucha suerte con ella y le encanta cocinar e investigar nuevas recetas cada poco), la limpieza del hogar (aquí la abuelita nos ayuda mucho también) y como no, el lidiar con un par de bichillos que cada vez quieren dormir menos por el día y que les hagas más caso.

Mucha gente me dice, y yo también lo pienso, que cuando sean un poco mayores voy a agradecer el haber tenido dos de golpe porque jugarán mucho entre ellos y nos dejarán más tiempo a nosotros. Pues sí, seguramente pase eso, pero de momento no son "un poco más mayores" y aunque ya van entreteniéndose entre ellos, quieren que los papis estemos con ellos.

Resultado: 8 kilos perdidos en 10 meses, algo impensable en mi. Que yo siempre he sido más bien delgaducho, pero de un tiempo a esta parte me había asentado en la buena vida y tenía una barriga que me daba una vergüenza tremenda. Barriga que afortunadamente ha desaparecido y ahora, aunque esté mal que lo diga, me he quedado con un figurín que ojito. Soy como un antipadre, porque la norma es que nos salgan kilitos y yo los estoy perdiendo. Y no sólo de delgado, es que yo me noto mejor (y mis últimos análisis médicos así lo confirman, que por no tener no tengo ni colesterol, yo, que no sé cómo voy a decirles a mis niños que no coman donuts ni bollycaos cuando soy el primero que llena la cesta de la compra de esas cosas, jejeje)

Vamos, que desde que soy padre duermo menos horas, me canso más, tengo menos tiempo para hacer todo lo que querría hacer, no me da tiempo a ver tantas series como podía ver antes (eso tampoco es un problema, que hay muchas muy malas), tengo menos kilos y de momento, la misma cantidad de pelo y de canas que ya tenía, y oye, que estoy super contento. Y es que la paternidad múltiple me ha mejorado una vida que para mi ya era casi perfecta :)