miércoles, 4 de noviembre de 2015

Dormir en el sofá

Si ya sabía yo que iba a tardar en volver a escribir, y no es porque no haya querido hacerlo antes. Igual que lo de grabar un nuevo vídeo. Es que no doy más de mi. En cuestión de unos pocos días uno de los mellis ha pasado de gatear por toda la casa a ponerse de pie sujetándose en todos los muebles, y claro, ahora que ha descubierto los beneficios de ser más alto, no quiere estar sentado o tumbado en ningún sitio. 

Y el otro, viendo que si no se movía no iba a volver a tener compañía, ha arrancado a gatear también y cada vez que se va su hermano, pues tira detrás. Lo de ponerse de pie, obviamente, es cuestión de días, o de horas, porque ya lo he visto levantarse apoyado a la mesa...

El caso es que con tanto ajetreo uno pensará que deberían dormir del tirón, y así es, aunque desgraciadamente no siempre. 

Antes se turnaban para dar guerra. El moreno se solía despertar a mitad de noche, tomaba un biberón y ¡voilá! Dormido otra vez. Luego pasó a despertarse unas pocas veces más, y por supuesto, a no querer estar en la cuna en esos momentos, así que me lo sacaba al comedor y le dormía en la hamaca. Mano de santo, en menos de 5 minutos roque total, pero claro, el cansancio al día siguiente de haberte estado levantando cada poco no te lo quita nadie.

Luego se cambiaron los papeles. Si bien el melli nocturno decidía que ya quería dormir toda la noche, su hermano decidía que no le gustaba el silencio que había dejado, así que empezó a despertarse también. Aunque este no tenía tanta hambre, se podía tomar un poco de biberón (muy poco) y luego le costaba la vida dormirse, con lo que las noches se volvían eternas.

Al principio decidí aprovechar la situación y ponerme a ver series, Netflix al canto y Person of Interest para el buche, que me tiene enganchadísimo. Y si bien al principio veía algo, en seguida pasé a no ver nada, que el cansancio acumulado se tiene que notar en algún momento. Así que llevo más noches de las que me gustaría quedándome sopa en el sofá mientras acuno al peque, aunque no mucho, en 2 horitas suelo despertarme. 

Al principio sólo eran unas horas, pero en los últimos días los niños han decidido solidarizarse el uno con el otro y deben haber pensado "oye, que papá se duerme mientras te duerme, pues me despierto yo también y así nos hacemos compañía". Y en esas estamos, con los dos despertándose cada poco, mi señora (las noches que no trabaja) y yo liados con biberones, pañales y demás, y finalmente, yo yendo al salón a dormirles a las hamacas (porque servidor ha cometido el error de aprender la técnica para dormirles en cero coma). 

Así que ya llevo unos días que directamente me despierto a la hora del desayuno tapado con una bata y con estos roncando en las hamacas, además de con un dolor de cuello tremendo.

Lo bueno que al ser autónomo y trabajar desde casa y que mi señora trabaje en turnos nocturnos, puedo pasarle el testigo de los niños al amanecer y echarme una siesta para recuperarme un poco, pero eso no quita que esta situación no puede seguir así. Bien es cierto que los pobrecillos andan un poco mocosos estos días, así que estoy achacando este mal dormir a que los mocos les taponen sus pequeñas naricillas. Espero que entre sueros, aspiradores nasales y demás parafernalia infantil, se les pase pronto y podamos volver a tener noches tranquilas.... Espero...